La crisis dejará una huella profunda en nuestras vidas tanto si somos mordidos por la depresión como si tenemos la suerte de observar sus fauces lejos de las dentelladas. Pero no toda su herencia será negativa. Este tiempo de angustia también nos dejará algunas enseñanzas útiles para afrontar mejor preparados el próximo ciclo bajista. Entre ellas destaca una nueva forma de entender el trabajo.
Uno de los objetivos vitales de nuestros padres era conseguir un puesto de trabajo en una empresa grande. Nuestra generación ha preferido, como norma general, buscar en cada momento la empresa que mejor valorase nuestras capacidades. Es decir, nosotros hemos pasado de la búsqueda de un empleo a la ‘empleabilidad’. Nuestros hijos, sin embargo, tendrán que encontrar clientes que estén dispuestos a pagar por sus conocimientos, habilidades y los resultados de las mismas, sin pensar en un puesto de trabajo o en un empleo tal y como lo hemos entendido hasta hoy.
Nuestros descendientes no habrán de concebir el trabajo como un lugar donde se desenvuelve una relación laboral, sino una transacción comercial. No es un sueldo el objetivo, sino una justa remuneración para su contribución, ya se realice mediante un contrato laboral o sea el fruto de una relación puramente mercantil.
En este contexto, las redes sociales constituyen una magnífica oportunidad para construir una marca personal que contribuya a la ‘empleabilidad’ o a incrementar el precio que un cliente esté dispuesto a pagar por el producto o servicio que cada persona ponga en su mercado.
Como observador del mercado laboral y usuario no compulsivo de las redes sociales, me he atrevido a sistematizar algunas claves para construir una marca personal solvente:
- Tu identidad es una y es múltiple al mismo tiempo. La personalidad de un internauta no sólo descansa en una red social, sino en todas. Pero no en todas tiene los mismos ‘amigos’ o seguidores. Por ello es importante que en cada red queden reflejados tus valores, tu forma de entender el mundo y lo que quieres transmitir en cada momento.
- No eres un contenedor, sino tus contenidos. Hay personas que son meros transmisores de los pensamientos de otros. Si quieres construir una marca propia tienes que dotarla de personalidad propia, lo cual requiere contenidos propios.
- Si sabes de todo es que no sabes de nada. (Aunque sea una doble negación, así se entiende mejor esta clave). Es interesante ofrecer a tus seguidores una cierta especialización, un área de expertise en la que seas reconocido.
- Tu reputación es un viaje de largo recorrido con muchas estaciones. La marca no se construye con media docena de tuits. Cada post, cada entrada, es una estación de un viaje de largo recorrido durante el cual se puede incluso cambiar la estrategia en una red o abandonarla o concentrar los esfuerzos en una nueva. Pero no se debe perder la perspectiva de cuál es el destino, hacia dónde nos dirigimos, qué queremos conseguir con nuestras contribuciones.
- No hagas perder el tiempo a otros. Es mejor quedarse callado que saturar la red con una sucesión de comentarios inconexos y exentos de interés.
- No busques amigos ni seguidores, sino afectos y seguimientos. No se trata de tener muchos amigos o seguidores o pertenecer a muchas comunidades, sino de construir una red que aporte realmente valor a tus objetivos y viceversa. Entre tanta cantidad y ruido, la calidad es cada vez más relevante.
- Tu vida privada no suele importarle a la gente. Aunque no ocurre lo mismo en todas las redes (Facebook provoca más comentarios relacionados con la vida personal que otros sitios de comunicación), los episodios personales no suelen despertar interés e incluso pueden transmitir una idea de frivolidad.
- Y, sobre todo, por favor, tus “me gusta” son para otros. Una cosa es gustarse a sí mismo (una dosis de autoestima es necesaria) y otra caer en el narcisismo de calificar con un «me gusta» un post propio. El onanismo digital atenta contra tu reputación.
Estas son mis claves. Estoy seguro de que las redes me devolverán muchas más. Dar para recibir.
Related Posts
trackbacks
06.05.2012 a las 20:10 Enlace Permanente
[…] Os aconsejo especialmente su artículo sobre claves para construir una marca personal solvente: http://www.fabulasdecomunicacion.es/yo-soy-mi-red/comunicacion/ […]
8 comentarios
José Manuel, creo que la marca personal es un recurso estratégico para conseguir reconocimiento y diferenciación, Tom Peters afirma que «a personal brand is your promise to the marketplace and the world.»
Sabes que soy un apasionado del branding y creo que la metodología que usamos para construir una marca es válida también para nuestra marca personal. Tenemos primero que «trabajar» nuestra identidad, analizar nuestros principales valores y competencias y no tratar de aparentar lo que no somos. Nuestra marca debe comunicar nuestra propuesta de valor.
Las redes sociales nos ofrecen posibilidades de comunicarnos con una audiencia más amplia y de establecer redes de colaboración y contacto profesional. Pero, sin la estrategia adecuada, son en el mejor de los casos una pérdida de tiempo.
Mae West decía que la personalidad es el resplandor que hace que nuestra luz traspase el escenario y el foro de la orquesta para llegar a ese gran espacio negro donde está nuestra audiencia. Ese espacio es el que tenemos que conquistar.
Un fuerte abrazo,
Muy sofisticado para mí aunque creo que se lo remitiré a mi hijo porque la reflexión me parece interesante.
Yo soy mas de aquellos antiguos que decían que «el buen paño en el arca se vende» y no porque yo me considere un buen paño, sino porque, me temo, que cualquier imagen que yo me planteara transmitir, seguro que sería una imagen peor de la que «la gente» tiene.
Un abrazo, ALEJANDRO.
En general, estoy totalmente de acuerdo contigo. Mi única duda es que sean sólo nuestros «descendientes» los que sufran un cambio en las reglas de juego laborales. Estos cambios considero que ya están aquí y prueba de ello es la reciente reforma laboral del Gobierno y lo que está por venir…
Muy interesante la reflexion asi como los comentarios anexos,como dice Alejandro en su comentario es todo muy sofisticado pero esta claro que hay que actualizarse,pero lo que es evidente que para vender algo hay que darlo a conocer y las redes sociales son un canal fantastico para ello .Creo que unos de los valores que recuperaremos despues de esta epoca es la sinceridad, la transparencia y la honradez por tanto no utilicemos las redes sociales para hacer creer a los demas lo que no somos descargando en ellas todas nuestras frustraciones
Seamos nosotros mismos con nuestras habilidades y conocimientos y recordemos que no hay una segunda oportunidad para una primera impresion
Angel
Eres brutal cuando te pones sentencioso. Cómo se notan esos años escribiendo titulares 😉 Me quedo con «Nuestros descendientes no habrán de concebir el trabajo como un lugar donde se desenvuelve una relación laboral, sino una transacción comercial».
Efectivamente, tal como dice Don Tapscott: Esto no es una crisis. Es un cambio histórico. Este artículo es de obligada lectura para entender que los cambios (yo prefiero el término evolución) que planteas son reales y que, como indica Mario, ya están aquí.
He aquí el artículo imprescindible: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20110121/54103612286/esto-no-es-una-crisis-es-un-cambio-historico.html
¡Buen post!
Dejar un comentario